El pensamiento táctico es un rasgo del policía
competente.
Una clase particular de estado de la mente, donde el pensamiento gira
conscientemente en derredor de ciertas pautas de conducta que tienen que ver
con su seguridad y con la eficacia de sus decisiones, y que le son necesarias
expresar en ciertos dominios operacionales en los que se desenvuelve el policía.
El
pensamiento táctico es una herramienta que promueve
la ADAPTACIÓN en un medio dinámico y caótico. Es la CONDICIÓN (TÁCTICA) que te permite CREAR los PATRONES que han de
guiarte y protegerte en tu carrera profesional. El pensamiento táctico debe llegar a ser un HÁBITO profesional.
PERMITE IDENTIFICAR LAS AMENAZAS AMBIENTALES, actuales o potenciales, CONTROLAR
la situación y LLEVAR A CABO las medidas operativas necesarias para terminar
con éxito cualquier intervención.
A
nivel fisiológico permite a tu cerebro consolidar
un funcionamiento adecuado en ambientes de riesgo e incertidumbre, activando
preferentemente y potenciando a largo plazo las rutas neurales que,
promoviendo la participación de las estructuras talamocorticales y del sistema
reticular e inhibiendo la activación del complejo amigdalino y del eje Hipotalámico-Hipofisario-Adrenal,
favorecen la aparición y selección de
pautas de comportamiento que promueven una mayor facilidad en la ejecución de
la fuerza razonada y, por ende, una mayor y eficaz adaptación de la
conducta del policía al ambiente.